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Quiero decir algo.

En el diálogo argumentativo hay que ser clever. Si quiero que alguien argumente a favor de la píldora del día después frente a un grupo en contra, no debo poner a alguien que sea Pro-Aborto, ahí la victoria es imposible (porque estás absolutamente distanciado de la postura del rival). Pero si pongo a alguien que diga expresamente "Yo No Estoy A Favor Del Aborto" pero sí a favor de la píldora, entonces sí es más probable (dependiendo de los argumentos posteriores) conseguir los objetivos.

Y estoy hablando objetivamente. Hoy en día todo el mundo confunde las preguntas con opiniones, si yo pregunto a un amigo "¿y tú crees que haber hecho eso estuvo bien?" hay un impulso a pensar que YO CREO QUE NO. Ya nadie confía en las preguntas en tanto a preguntas nada más, y menos en los apuntes objetivos en tanto apuntes objetivos sin opiniones subrepticias.

Ah, y la única manera de que pescaran a los defensores de la homosexualidad sería que fueran comandados por alguien que no se declarara homosexual. Pero por otro lado es buen tema discutir por qué los homosexuales necesitan ser defendidos (ahora no faltará quien lea esto y me empiece a insultar como diciendo "SI ES TAN OBVIO" y bueno, aunque sea obvio, justamente esas obviedades son las que quiero oír. Porque, por cierto, hay cosas no tan obvias que también merecen ser atendidas. Ver párrafo anterior ).


Todas estas cosas son extrapolables a otras situaciones. Me da lata especificar.


Eso quería decir.

on 17:51

2 comentarios:

gotcha dijo...

ahí hay un problema con las implicancias...
Si yo digo, "No creo q _______ sea una mala opción" NO IMPLICA que sea Pro-______. No sé pq la gente suele hacer esas conexiones inexistentes, pero de que se hacen, se hacen.
En fin, creí q era de los pocos q pensaban esas tonteras. Cuando las comentas, te tildan de "cuático". En fin.

Luisa Ballentine dijo...

Lo que pasa en todo esto es muy humano: los seres humanos controlamos el miedo y la incertidumbre ante todo. O al menos eso queremos. Por eso clasificamos a las personas para no llevarnos sorpresas: la persona X que viste de negro y tiene un fotolog negro es gótica, entonces es depresiva. La persona que milita en la UDI es tarada. La persona que tiene 9 hijos es opus dei, entonces es UDI, entonces es tarada, entonces es pinochetista. Uno pone las etiquetas y mete a la gente en los frascos, y como no podemos tener 800 mil frascos para cada persona en su individualidad, a raíz de aquello que conocemos: su postura explícita frente a algo, su religión, su tendencia política, su orientación sexual, deducimos el resto y paf! (nació chocapic, jajaja, noooo) metemos a cada quien en el frasco donde nos parece que debe ir.

Por eso la gente se sorprende de que alguien sea superdotado y le guste el reguetón, pues eso no va junto en el marco de referencias sociales.

Tampoco va junto estar en contra de la píldora y ser liberal.

Pero hay casos, e incluso aunque uno no los conozca, cada cierto tiempo es bueno admitir que los juicios totalizadores (todos los UDI son tarados) son 100% incorrectos, aunque inevitables.